10/19 Imponentes vistas desde los glaciares
Originalmente publicado en el Diario de Yucatán, Imagen-Calidad de vida. 27/08/2011
Crónica de un viaje
Ayer a eso de las 7 a.m. salí a cubierta para ver el paisaje. Los icebergs o témpanos de hielo de todos tamaños y formas se veían en abundancia. Con cielo despejado, el sol brillaba por arriba de las montañas. Aquí el sol no pasa por arriba como en el trópico, sino se eleva sobre el horizonte a unos 45 grados y de ahí se desplaza alrededor.
El sol en Groenlandia
Anteayer tuvimos un primer desembarco en Frederiksdal, un valle que tiene un glaciar, localizado fuera de Nordvestfjord. Tuve la oportunidad de caminar en la tundra y se observaron algunas liebres, aves y varios borregos árticos, cuyo nombre científico es Ovibos moschatus.
Groenlandia: bueyes almizcleros
En esta ocasión estuve en el grupo medio, con mayor oportunidad de disfrutar el paisaje y tomar algunas fotografías. Una experiencia inolvidable. Mi posicionador geográfico o GPS ya marcaba 174 metros de altura sobre el nivel del mar.
La subida estuvo pronunciada, pero las vistas que se tenían desde ese punto eran espectaculares. El esfuerzo valió la pena. Desde ahí se alcanzaba ver el agua, con sus numerosos témpanos, las montañas en su parte más alta tenían una gruesa capa de hielo. El Vavilov, apenas se veía ante lo imponente del paisaje. Se puede escribir mucho, pero esto hay que verlo en persona. Esta zona es parte del Groland Nordost National Park.
Al frente: un servidor, y atrás uno de los tantos fiordos que visitamos en Groenlandia
Regresamos al barco para tener la comida y continuar la travesía dirigiéndonos aún más hacia las entrañas de Groenlandia hacia el siguiente destino. La posición geográfica de este momento es 71 grados 29.7 minutos latitud norte y 26 grados 40.8 longitud oeste.
Por la tarde, exploramos el Nordvestfjord, en un recorrido en los zódiacs, donde pudimos observar de cerca los inmensos icebergs, de dimensiones difíciles de calcular, que pudieran ser quizá del tamaño del estadio Azteca, una o varias veces.
Tremendas masas de hielo flotan en estos fiordos, el mismo barco se ve minúsculo en la distancia al lado de los témpanos.
Imponentes masas de hielo, al fondo el Vavilov
El recorrido abordo de los zódiacs duró más de dos horas. Por la tarde, los chefs del barco prepararon una barbacoa de “estilo Ártico” en un área descubierta del barco, donde asaron al carbón un cochinito, salchichas, carne de hamburguesa, salmón y camarones, todo muy delicioso. También nos pidieron que lleváramos y luciéramos el mejor sombrero creativo.Hubo un concurso en el que algunos improvisaron y otros ya estaban preparados. Habían desde aquellos que tenían cuernos estilo vikingo, hasta pingüinos, perros siberianos, o con forma de oso panda, etcétera. Ganó una señora que portaba un sombrero improvisado, forrado con papel que tenía impreso unos labios. Los paisajes que se observan son totalmente diferentes a los que tenemos en nuestras latitudes. Les invito a considerar una opción similar en un futuro viaje de placer. Les aseguro que será diferente a cualquier otro viaje que haya efectuado. Me toca seguir disfrutando de esta aventura, que de ya será inolvidable. Mañana nos espera un día con bastante actividad.-
Humberto Sánchez Baquedano, abordo del Akademik Sergey Vavilov, navegando por los fiordos hacia el interior de Groenlandia, a 26 de agosto de 2011.
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