Originalmente publicado en el Diario de Yucatán, Imagen-Calidad de vida. 22/08/2011

Crónica de un viaje

Hoy (por ayer) amaneció nublado. Después de desayunar en el hotel con algunos compañeros de expedición, y de entregar el equipaje para que sea llevado al barco, salí para hacer el recorrido turístico de la ciudad en el clásico autobús rojo de dos pisos, presente en varias ciudades alrededor del mundo.

Si pensamos que sólo en Mérida sucede que luego de algún evento público dejamos las calles llenas de basura, estamos equivocados. Aquí, luego del festival que les comenté anteayer, las calles amanecieron llenas de basura. Varios operadores de vehículos especiales para la limpieza de calles trabajaban arduamente para dejar nuevamente limpia la ciudad. Llegué a la estación para iniciar el recorrido por las principales calles con duración de una hora. Fueron 10 los atractivos que se visitaron, con opción a descender para luego tomar el siguiente una hora después.

Debido al poco tiempo que disponía, únicamente efectué el viaje abordo del autobús. Por un momento, quitaron el techo del segundo nivel, cuando salió el sol, pero posteriormente volvieron a ponerlo luego que el sol se ocultara en nubes y la temperatura volviera a bajar.

Imagen del segundo piso del autobús, ya sin el techo corredizo

Terminado el paseo, regresé al hotel, para seguir pendiente del proceso de abordaje.

Como cultura general, les comento que la moneda que se utiliza es la corona islandesa o ISK. Tiene un valor menor al peso mexicano, ya que hoy, por un peso, dan el equivalente a 9.3 ISK. Una botella de conocida bebida gaseosa de 500 ml cuesta 220 ISK, que equivale a 23.66 pesos igual a las que se venden en Mérida. Eso nos da idea del costo de la vida de aquí. El medio de pago electrónico es dominante, y la tarjeta de crédito es ampliamente aceptada hasta en los propios autobuses urbanos y en las más pequeñas tiendas y expendios de comida, por mínima que sea la cantidad a pagar. La diferencia horaria con Mérida es de +5 horas. Si aquí son las 18 horas ahí son las 13 horas.

Me encuentro ya abordo del rompehielos ruso. Iré directamente a mi cabina y luego efectuaré los recorridos por los diferentes niveles del barco para conocer lo que será mi hotel en las próximas dos semanas, durante el recorrido por el Ártico.

En la cubierta del Akademik Sergey Vavilov

En las primeras horas de navegación se espera ingresar al Círculo Polar Ártico.-

Humberto Sánchez Baquedano , abordo del Akademik Sergey Vavilov, en sus últimos momentos en Reykjavik, Islandia, a 21 de agosto de 2011