Originalmente publicado en el Diario de Yucatán, Imagen-Calidad de vida. 23/08/2011

Crónica de un viaje

En la primera noche a bordo me di a la tarea de conocer el barco, así como a mis compañeros de expedición. Segun comentarios, somos 90 pasajeros en los que están representados 15 países, siendo yo el único mexicano y de habla hispana.

Los más numerosos son los chinos, con 37, formados por dos grupos, uno de ellos son estudiantes universitarios acompañados de sus maestros.

También nos entregaron el programa de actividades para el día siguiente. Ya por la mañana, a las 6:30 salí a cubierta a presenciar la llegada al puerto de Heymaey, al sur de Islandia. Se observan los volcanes Eldfell y Helgafell y en el paseo por la ciudad en autobús nos explicaron que en 1973 hubo una erupción y destruyó la ciudad, llenándola de cenizas. Vimos las ruinas de algunas casas. En el mismo paseo nos llevaron a una zona de anidación de unas aves llamadas «atlantic puffins» o simplemente puffins. Fue bastante exitosa la observación ya que se pudieron ver varios miles de ellas, y bastante cerca. Saqué muy buenas fotos.

Frailecillos o atlantic puffins

Se estima que en verano esta zona es hogar de al menos 8 millones de puffins. Con esto he sumado un ave más a mi lista de observación y fotografía de aves, que incluye varias especies de pingüinos y otras aves de la Antártida, Islas Galápagos y, por supuesto, de Yucatán.

Luego del paseo por la ciudad regresamos para la comida. Posteriormente nos dieron tiempo libre para caminar por el puerto, pero en ese momento ya estaba lloviznando. Aun así, desembarqué nuevamente para tomar unas fotos bajo la lluvia y visitar el supermercado. Pero decidí regresar pronto al barco, porque, aunque tenía la chaqueta a prueba de agua, mis zapatos y mi pantalón no estaban preparados para esa lluvia y ya estaban empapados.

Señales de calles en un crucero en Heimaey, Islandia

En escasas dos horas el barco se hará a la mar para continuar la aventura.-

Humberto Sánchez Baquedano.- A bordo del “Akademik Sergey Vavilov” en Heymaey, Islandia