15/19 Encuentro fugaz con osos polares
Originalmente publicado en el Diario de Yucatán, Imagen-Calidad de vida. 01/09/2011
Crónica de un viaje
Después de dos días de navegación llegamos a las Islas Svalbard. La que exploraremos estos tres días será Spitsbergen.
Ayer comenzamos la exploración en el glaciar Mónaco en Leifdefjord abordo de zódiacs.
Los demás zódiacs de mis compañeros, acercándonos al lugar donde estaban los osos durmiendo, con sumo cuidado y silencio
En el recorrido previo al glaciar al fin tuvimos frente a frente al oso polar (Ursus marítimus). Y no uno, ¡sino tres!
Osos polares: madre y dos cachorros
Momento en que la mamá se levanta al oír que nos acercamos
Despertando!
Caminando frente a nosotros, a menos de 50 metros, con agua de por medio
Los osos caminando
Una familia, integrada por la madre y sus dos pequeños cachorros. Fue algo bellísimo. Por un momento los contemplamos durmiendo, ellos en un islote y nosotros en el zódiac. De repente, la madre despierta, mira a su alrededor y nota nuestra presencia. Se levanta y empieza a caminar. Sus cachorros la siguen. Observar sus pasos, sus movimientos… Fue una experiencia inolvidable que quedará grabada en mi mente por el resto de mi existencia.
También observamos diversas aves, gaviotas y skúas, y una foca bebé. Ésta se acercaba tímidamente al bote manifestando curiosidad.
Una foca bebé
Aves del Ártico
Northern fulmar (Fulmarus glacialis)
Además fuimos testigos del desprendimiento de hielo glaciar. Escuchamos el “crac” que hace el hielo al romperse, su inmediata caída e impacto en el agua. Luego el mini “tsunami” que se genera, cuyas olas no tardan en llegar hasta donde nos encontramos. Pudimos acercarnos bastante a las paredes del glaciar, y contemplar de cerca las diferentes formas de sus bordes y las diferentes tonalidades de azul que contienen. Mi termómetro durante la expedición marcó los 4 grados centígrados. Con lo visto hoy se compensa todo el esfuerzo y sacrificio que implica estar aquí, desde el económico hasta el físico. Por la tarde exploramos en caminata el Worsleyneset, en las islas Andoyane que están en Woodfjord. Aunque la caminata estuvo muy fácil, el paseo en el zódiac estuvo un poco húmedo. Nos tocó baño sin desearlo. El agua estaba bastante agitada por el viento y las olas se impactaban, ocasionando que casi todos los que íbamos termináramos mojados. Para eso estaba la ropa impermeable que siempre usamos en las salidas, ahora sí fue muy útil. Pero algunas cámaras fotográficas de compañeros no estaban protegidas y se mojaron.Ojalá y no hayan tenido pérdidas de equipo ni de fotografías. Posteriormente llegamos a la Isla Moffen, que se encuentra por arriba del paralelo 80 grados latitud Norte. Esto fue motivo de celebración en grande y se aprovechó el momento para tomar la foto del recuerdo del grupo.
Para quien disfruta llegar a lugares extremos en el planeta, el alcanzar estas latitudes es algo especial, sabiendo que estamos en el “techo del mundo” a escasos 1,000 kilómetros del Polo Norte. No son muchas las personas que han llegado hasta estas latitudes. La verdad es una sensación indescriptible y emocionante. Nadie me lo cuenta.
Momento en que la lectura del GPS marcaba la posición 80 grados latitud Norte
Imagen del Ártico. Línea roja: trayectoria del Vavilov.
Foto con la pizarra alusiva a la llegada a los 80 grados latitud Norte
Es lo que indica mi posicionador geográfico o GPS, cuyas lecturas coinciden con los sistemas utilizados en el puente de mando del Vavilov. En esta pequeña isla se observaron morsas con sus grandes colmillos.
La foto del recuerdo, con los compañeros de expedición y staff de Quark Expeditions
La foto del recuerdo, con los compañeros de expedición y staff de Quark Expeditions – acercamiento
Desde aquí, un saludo cordial y afectuoso a todos los amables lectores que han seguido día a día la crónica de mi aventura por el Ártico. Ojalá haya logrado transmitir estas experiencias fielmente a como fueron vividas. Pero esto aún no termina, faltan algunos días mas llenos de acción y agradables sorpresas.-
Humberto Sánchez Baquedano , abordo del Akademik Sergey Vavilov, navegando frente a las costas de Spitsbergen en el Océano Ártico, precisamente en el paralelo 80 grados, latitud Norte, Islas Svalbard, Noruega, a 31 de agosto de 2011.
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