Aventuras congelantes desde la Antártica Relatos de mis experiencias en el viaje de expedición 2013 Por: Humberto Sánchez Baquedano
Estimados lectores: el objetivo de compartir estas experiencias, es nada más por el interés de poder inspirar a otras personas a efectuar este tipo de viajes, que por lo general, le cambia la vida a quien lo hace. A lugares donde la naturaleza es el principal objetivo de contemplación. Ojalá y alguien más se sienta motivado a hacer algo diferente, y aclaro, que no necesariamente tiene que ser a un destino polar o muy lejano de donde nos encontramos. Es el simple hecho de hacer algo que muy pocas personas en el mundo han hecho.
Esta es la crónica de mi tercer viaje polar, y mi segunda expedición a la Antártica, también llamado el Continente Blanco. Desde hace poco más de cinco años, descubrí que esa era mi pasión. Para esto, calculo que recorrí más de 12,000 kilómetros en vuelos, hasta llegar a la ciudad de Ushuaia, Provincia del Tierra del Fuego, Argentina. Ahí abordé el barco M/V Ushuaia, con el recorrí más de 3,500 kilómetros de navegación en aguas antárticas según datos oficiales de la expedición, para luego retornar en otros vuelos que sumaron alrededor de 14,000 kilómetros, haciendo escala en un nuevo país para mí: Brasil. Más de 29,500 kilómetros, que equivale casi al 75% de una vuelta a la tierra.
Esta aventura se inicia el martes 19 de febrero, con vuelos durante dos días, llegando así al puerto de embarque el día 21. En los días siguientes, me dediqué a recorrer la ciudad y a tomar un paseo en el que tuve nuevamente un encuentro cercano con los pingüinos.
Sorpresivamente, ya que no es su hábitat natural, se encontraba un único ejemplar de pingüino rey. Se cree que extraviado, llegó sólo ahí. Por lo general en este lugar, Isla Martillo, en el Canal de Beagle, sólo se hallan pingüinos de magallanes y algunos juanitos.
Para este paseo, me llevaron en un vehículo 4×4, y posteriormente una lancha rápida, para acceder a la isla. Fue un paseo muy interesante, para empezar a calentar motores para lo que viene.
En estos días, tuve igualmente contacto con una amiga, que conocí hace algunos meses, cuando estaba planeando su viaje a la Patagonia Argentina: Victoria “Toivica” Guash Mdáhuar, aventurera y trotamundos, también yucateca. Tuvimos oportunidad en dos noches seguidas, de degustar cenas en típicos restaurantes de carnes de la ciudad, donde compartimos nuestras experiencias hasta el momento en nuestros viajes. Fue muy agradable encontrarme a una paisana en estos remotos lugares.
Afortunadamente las cosas se dieron de ambas partes para el encuentro, ya que ella viajó con una agenda abierta, que le permitía ajustar su permanencia en los lugares de acuerdo a su gusto y posibilidades, mientras yo, con toda una agenda programada con anterioridad. Al día siguiente, cada quien continuó con sus rutas previamente definidas.
Continuará…
Todas las fotos son de Humberto Sánchez.
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